Por su alta mutabilidad, la vacuna debe comenzar a desarrollarse mucho antes de saberse la cepa o cepas concretas mayoritarias el siguiente invierno, de ahí su relativamente baja eficacia.
Es preciso diseñar nuevas vacunas antigripales cada año adaptadas a los virus circulantes que previsiblemente ocasionarán la epidemia siguiente.
Reacciones secundarias a la vacuna: Luego de la vacunación Las reacciones locales son los efectos secundarios más frecuentes; en ellas se incluyen inflamación, eritema e induración en el sitio de la inyección; son transitorias, generalmente duran 1 a 2 días, y se informan en el 15-20% de los vacunados.
Los síntomas sistémicos inespecíficos incluyen fiebre, escalofríos, malestar y mialgias en menos del 1% de los vacunados.
En estudios recientes su incidencia ha sido similar a la producida por el placebo inyectado.
Los grupos con mayor riesgo de gripe grave en países en desarrollo no están tan bien caracterizados.