Bastante irregularmente planas, las dos caras del vómer están directamente cubiertas por la membrana pituitaria.
Presentan algunos surcos, más o menos marcados según los sujetos, en los cuales se alojan vasos y nervios.
Uno de estos surcos más largo y ordinariamente más pronunciado que los otros llamado surco vomeriano, se dirige oblicuamente de arriba abajo y de atrás a delante y en él se aloja el nervio nasopalatino.
Es frágil, puede fracturarse y desplazarse hacia un lado, provocando desviaciones del tabique nasal.
El vómer se articula con seis huesos: En estado fresco se articula también con el cartílago del tabique nasal por su parte anterior.