[1] Hijo de un barón suabo, el conde Hartwing de Calw, y pariente del emperador Enrique III.
Desde esa posición apoyó las políticas e intereses del emperador Enrique y se convirtió en uno de sus principales asesores.
[2] Su pontificado se enmarca en la reforma gregoriana.
Durante su estancia en tierras germanas, Enrique III falleció, dejando en el trono a su hijo de seis años, Enrique IV y como regente su viuda la emperatriz Inés de Poitou.
Tras su muerte, y aprovechando el vacío de poder en Alemania con un emperador que es solo un niño y una regente totalmente inexperta, la nobleza romana volverá a ser la institución determinante en la elección papal y Víctor II se convertirá en el último Papa nombrado por un emperador alemán.