La organización territorial de las islas Pitiusas es singular por sus peculiaridades geográficas e históricas.
Este término acabó teniendo un sentido territorial y un sentimiento de pertenencia a una comunidad.
Pero la mayor parte de la población continuó viviendo de forma diseminada hasta la segunda mitad del siglo XX cuando el desarrollo turístico modificó la urbanización y la estructura económica.
Los municipios se crearon posteriormente en torno a las parroquias cómo agrupación de ellas.
En 1983 el ayuntamiento de Formentera oficializó la división territorial en vendas creando catorce.