Los experimentos consistían en infligir daño cerebral a los mandriles con un dispositivo hidráulico y se realizaron como parte de un proyecto de investigación sobre lesiones en la cabeza causadas por accidentes automovilísticos y deportivos.
[1] Las sesenta horas de audio y video fueron obtenidas del laboratorio durante una acción llevada a cabo en mayo de 1984 por el Frente de Liberación Animal durante la cual penetraron en las instalaciones del laboratorio por la noche.
[2] Posteriormente entregaron el material a PETA, quien editó el video hasta dejarlo en 26 minutos, con la voz de narradora de Newkirk, y lo distribuyó a los medios y al Congreso.
El título de la película proviene de una declaración hecha al periódico The Globe and Mail por el jefe de la clínica, el neurocirujano Thomas Gennarelli antes del ataque.
[4] Se negó a describir su investigación al periódico porque, dijo, tenía "el potencial para provocar todo tipo de alborotos innecesarios [unnecessary fuss] ...".