Una noche en Casablanca

La historia se desarrolla en Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial.

Ronald Kornblow (Groucho Marx), es contratado para dirigir un hotel de Casablanca cuyos gerentes anteriores fueron asesinados.

Warner Brothers no demandó realmente a los Marx ni trató de hacerlo, pero pidió formalmente a los hermanos el argumento y el guion de la película.

Groucho Marx explotó la situación con fines publicitarios respondiendo a esa carta en términos bastante graciosos, diciendo entre otras cosas que ignoraba que el nombre Casablanca fuera propiedad de nadie, y que, incluso aunque se repusiera la película de la Warner, la gente sería capaz de distinguir a Ingrid Bergman de Harpo.

[1]​ Finalmente no hubo acciones legales, ya que los Marx convirtieron el argumento en una parodia de las películas al estilo de Casablanca, más que en Casablanca específicamente.