Un condenado a muerte se ha escapado es una película francesa escrita y dirigida por Robert Bresson en 1956.
En la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial, el teniente Fontaine es detenido por el ejército alemán por volar un puente estratégico.
Tras un intento frustrado de fuga del coche que le conduce a la prisión de Montluc, es encarcelado en la misma y, muy pronto, condenado a muerte.
Sin desfallecer, Fontaine dedica su tiempo de reclusión a preparar minuciosamente su fuga.
Este film (rodado en blanco y negro) manifiesta claramente el gusto de Bresson por la austeridad y el rigor: Por otro lado, la situación dramática tiene un cierto carácter trágico: los personajes principales esperan sus muertes en una reclusión rigurosa (el film está marcado por el ritmo del ruido de numerosas ejecuciones de prisioneros y Fontaine sabe, al igual que sus camaradas, que le llegará su turno).