Ugo Ulive
Paralelamente explora el mundo del cine al llevar a cabo varios proyectos cinematográficos de corta duración.Allí Ugo Ulive continua su pasión por la dirección de teatro e iluminación, por el cine, la dramaturgia y más recientemente por la Novela escrita.Su primo “el Yiye”, lo llevó a ver diversos espectáculos: teatro, opera, ballet.Destacan entre éstos las presentaciones de Clotilde y Alejandro Sakharoff, quienes muchos años después inspiraron su primera novela.En 1956, con tan solo 22 años, Ugo Ulive, seguido y apoyado por Atahualpa del Cioppo, quien se convertiría en su mentor, dirige su primera obra de Teatro.El resultado de este proyecto fue una obra que mezclaba murga, música y teatro, pasando a ser más bien “un espectáculo” que tuvo una acogida bastante entusiasta por parte del público pero creó una división en la crítica.Ese mismo año Ulive deja El Galpón para dirigirse a La Habana, donde comenzará una nueva etapa en la vida de este director.Durante aquellos meses el grupo “Teatro del Pueblo”, al cual pertenecía Ulive, se asoció al grupo “La isla”, para generar más tarde lo que se llamaría El Galpón.Trata de entusiasmar a algunos amigos pero vista las negativas para participar en el proyecto, decide finalmente desarrollarlo solo.Sin embargo, la decepción vivida con el proyecto anterior no lo desanima en sus intentos cinematográficos.En ese sentido, entre 1958 y 1959, se lanza en este nuevo formato para la realización de “Un vintén pa’l Judas”.Al año siguiente, se plantea a sí mismo la idea de hacer una película sobre el Uruguay, con algunas escenas filmadas, otras cedidas por colaboradores y algunas otras tomadas de los noticieros televisivos.Esta obra plantea una crítica abierta al Uruguay de esos tiempos dejando clara la no-filiación política.En este proyecto estuvo acompañado por Olimpio “Rafael” Salzano, junto a quien ejecutaba solo papeles secundarios dentro de la novela radial.Estos papeles, si bien no aparecían en todos los capítulos sino intermitentemente, lo ayudaban a cubrir los gastos de entonces.En esta época conoce a Carlos Tolve, quien se convertiría, años después, en una inspiración para Ulive por su forma de trabajar, su pasión, su sensibilidad y sus observaciones.