Une los valles del Aragón (España) y de Aspe (Francia).
A principios del siglo XX se construyó un túnel ferroviario que enlazaba por ferrocarril las ciudades de Zaragoza y Pau.
Desde esta fecha, las múltiples gestiones y reuniones llevadas a cabo resultaron infructuosas para conseguir reanudar el tráfico internacional.
Dos años después, en 1989, se constituye una comisión hispano-francesa que comienza a hacer los estudios previos del proyecto técnico.
En julio de 1997 los operarios españoles y franceses se encuentran bajo la cordillera.