Ubicada en el Valle de los reyes tracios, fue construido como un templo en el siglo IV a. C. y más tarde utilizado como tumba.
[1] La entrada del templo es un largo y ancho pasillo y una antecámara, una sala semicilíndrica apoyada en una elegante columna.
Cuatro caballos y dos perros fueron sacrificados en la antecámara.
La habitación central alberga una estructura circular y está sustentada por una columna dórica rematada con un gran disco que simboliza el sol.
El arqueólogo Georgi Kitov descubrió la tumba en 1996.