Es el único miembro del género Tscherskia.
Este hámster ha sido una plaga importante desde la antigüedad.
Tiene la costumbre de pararse sobre sus patas traseras y gritar fuerte.
El cambio climático y la actividad humana han influido en la variación genética de esta especie.
[2] Algunas autoridades sostienen que el décimo quinto gua del Yi Jing (I Ching) se refiere repetidamente a este animal.