Ambos, mediante el hilo conductor de Truman, el perro de Julián, compartirán momentos emotivos y sorprendentes relacionados con la situación complicada que vive este último.
Carlos Boyero, en su crítica de El País, resalta que «aunque lo que narra es trágico, el director no renuncia a provocarnos la sonrisa, al tono agridulce, a momentos de comedia, al humor cáustico.
Su forma de contar la historia es precisa, sugerente, elegante, sutil y compleja».
Indiwire afirmó que «gracias a su enfoque adulto y honesto en un tema tan sombrío y la enorme química entre sus dos protagonistas, 'Truman' están a pasos agigantados de las recientes películas americanas que convierten un asunto serio como el cáncer en algo intolerablemente extravagante».
[7] Jonathan Holland, para The Hollywood Reporter, 'Truman' es «una entrañable película sobre el morir, gratificantemente sobria».