Si esta conciliación no tenía éxito, el asunto iba hasta París al tribunal de los mariscales de Francia que se reunía en casa del más antiguo de ellos.
Era necesario probar al menos cuatro grados de nobleza para poder ejercer este puesto.
Los documentos de este tribunal son bastante escasos.
Teniente de mariscales Jean-Louis Vergnaud.
Des hommes de politesse dans la France des Lumières : Les lieutenants des maréchaux de France, juges du point d’honneur en Revue historique des armées, Ancien régime, n.° 1- 2001, p. 79-86.