Entre los Romanos era un lugar alto destinado a arengar al pueblo en los templos y en la plaza.
En la baja latinidad le llamaron tribuna y alguna vez tribunal.
En Atenas había también otro puesto a donde subían los Embajadores para decir su comisión.
En España se llama tribuna a un lugar elevado y a modo de coro o balcón que mira a la Iglesia y para arengar o decir alguna cosa al pueblo se usa del púlpito o del coro.
Algunos dan el nombre de sujesto al paraje que sirve para estas oraciones, avisos o arengas.