La estimulación eléctrica del nervio es, con diferencia, el método empleado con más frecuencia en la práctica clínica.[1] Para que tengan efecto los principios precedentes, la estimulación debe ser realmente máxima durante todo el período de monitorización; por consiguiente, el estímulo eléctrico aplicado suele ser al menos del 15-20% por encima del necesario para una respuesta máxima.[4] Cuando se emplea continuamente, cada conjunto (tren) de cuatro estímulos se suele repetir cada 10 o 20 s. Cada estímulo del tren causa una contracción muscular y el «desvanecimiento» de la respuesta suministra la base para la evaluación.Durante un bloqueo despolarizante parcial no se produce un desvanecimiento o amortiguación de la respuesta TOF.[1] La relación del tren de cuatro utilizada habitualmente para evaluar la función neuromuscular en pacientes anestesiados es poco fiable.[5] La medición de la proporción de TOF es una valoración subjetiva que a menudo resulta engañosa cuando se realiza solo mediante el tacto o la observación a simple vista.[8] Existen en el mercado instrumentos que ayudan a los anestesiólogos a monitorizar la transmisión neuromuscular durante la cirugía o en la unidad de cuidados intensivos por medio de la aceleromiografía.