Ante la creciente expansión de la influencia de la Unión Soviética en Europa, se decidió ampliar la alianza, por lo que se llevaron a cabo negociaciones entre Estados Unidos, Canadá y la Unión Occidental, a las que se decidió invitar a Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal.
La sección clave del tratado se encuentra en el artículo V, que disponía que un ataque a un miembro de la Organización podría ser considerado un ataque contra todos los estados.
El tratado se creó en previsión de un posible ataque de la Unión Soviética contra Europa Occidental, aunque no se llegó a tener que recurrir a la defensa mutua durante la Guerra Fría.
En el Segundo artículo, basado en el artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas, se citan los objetivos que los países miembros deben alcanzar en lo que a materia social y económica se refiere.
[3] Los siguientes doce estados firmaron el tratado y se convirtieron así en los miembros fundadores de la OTAN.