El Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) estableció desde 1989 hasta 1992 límites precisos en categorías claves del equipamiento militar convencional en Europa (desde el Océano Atlántico hasta los Urales), y ordenó la destrucción completa del armamento excedente.
El Tratado propuso límites iguales para los dos "grupos de Estados", la OTAN y el Pacto de Varsovia.
UU. del Tratado sobre Misiles Antibalísticos que evitaba el establecimiento de nuevos emplazamientos de defensa antimisiles en 2002.
La relación entre estos dos temas de seguridad fue también una decisión tomada por los miembros de la OTAN para protestar contra la segunda guerra chechena.
Rusia nunca aceptó esta decisión, que fue tomada seis meses después de la cumbre de Estambul.