Tratado de Blois (1509)

Su hija Juana I empieza a dar muestras de incapacidad mental para gobernar y el Cardenal Cisneros decide llamar a Fernando en calidad de regente, iniciándose la segunda regencia del rey católico en Castilla que abarcará entre 1507 y 1516.

La situación preocupaba la posible sucesión del príncipe Carlos de Luxemburgo (futuro Carlos I de España), nieto del emperador Maximiliano I de Austria, debido a la presión que Fernando podía hacer desde el trono castellano.

En el otoño de ese mismo año se encierra a Juana en Tordesillas al ser declarada loca.

Esta condición no llegó a cumplirse, ya que esto hubiera supuesto la separación definitiva del reino de Castilla y Aragón.

Asimismo se pactó la ayuda de las tropas aragonesas y castellanas al emperador en su campaña sobre el norte de Italia.