Se activa, sosteniendo la puerta con un gancho o cerrojo sujeto a una barra de metal que se encuentra conectada al piso falso, detrás del cual está ubicado el cebo o atractor.
[4] Es altamente eficiente para la captura de especies animales medianas, terrestres, acuáticas, y semiacuáticas.
[2] No es un método de captura selectivo, no se recomienda su uso para la captura de animales pequeños debido a que pueden llegar a sufrir alguna lesión durante el cierre del dispositivo[3] y este tipo de trampas pueden generar estrés en los organismos debido al sonido que genera la caída de la puerta y, evidentemente, el encierro,[4] lo cual, suele ser negativo para el muestreo;[7] tampoco resguardan al animal de la intemperie, por ello se debe colocar la jaula en un sitio estratégico, o bien, cubrir la trampa con vegetación para resguardarlo del calor, las precipitaciones, el viento[2] y/o posibles depredadores.
[2] Es por estas razones que se recomienda revisar las trampas cada doce horas y colocarlas en zonas que se encuentren resguardadas en la medida de lo posible, de la intemperie.
[8] Aunque algunas trampas pueden mantener retenidos a los animales sin presentar daño alguno durante 24 horas, otras pueden hacer que los mamíferos rompan sus dientes o rasguen la piel de su hocico ya que intentan escapar bajo un estado de estrés fisiológico.