Es decir, todo aquel empleo no registrado o bien inexactamente registrado (falsificación en fecha de ingreso en los recibos de sueldo, falsa remuneración) y que por tanto no se encuentra en regla con las distintas normas o legislaciones.
Especialmente porque en las legislaciones de varios países hay regulaciones para cada concepto, incluso varios abogados de lo laboral plantean que en cada país se debe contar con un código del empleo para el trabajo formal regulado, y paralelamente haber una legislación laboral para quien ejerza una actividad física o intelectual por cuenta propia, en la denominada “auto ocupación” informal[3].
Nueva visón porque se empieza a estudiar como una actividad heterogénea que contempla factores tanto económicos, jurídicos, sociales y políticos, además de la clara división entre empelo formal e informal.
También se aborda el papel de las leyes, las cuales han incitado a las personas estar en la informalidad laboral, ya que las leyes restrictivas y tributarias son el factor principal para que varios trabajadores opten por el empleo informal.
Siendo lo anterior un problema en muchos países del mundo, tanto económico, social e incluso político.
Por ello, se han desarrollado proyectos, dentro de organizaciones internacionales y regionales para que contemplé soluciones y recomendaciones, para bajar esas altas tasas de informalidad, como lo son la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)[6].
Hay algunas cuestiones que pueden verse como regulaciones pero a la vez son barreras, como lo es el salario mínimo.
Por ello se estima que las tasa sigua aumentando o bien estando en cerca del 50% - 60% de la informalidad laboral.
El segundo comprende a: i) las personas que participan en modos de producción no formales en el ámbito agropecuario (trabajadores por cuenta propia en actividades agropecuarias de subsistencia); ii) todas las personas trabajadoras remuneradas no registradas en la seguridad social que trabajan para unidades económicas distintas del sector informal (hogares, explotaciones agrícolas, empresas e instituciones formales) que no tienen acceso a los servicios de salud de las instituciones de seguridad social por la vía laboral, y iii) las personas trabajadoras no remuneradas que operan fuera del sector informal, ya sea en actividades agrícolas o no agrícolas[7].Con lo anterior se puede deducir que dentro del sector formal hay empleo informal, que dentro de ese sector también hay condiciones que no permiten regular el empleo.