En ciertas zonas, también se llama así a una sartén que lleva soldadas en su parte inferior tres patillas, para apoyarla sobre las brasas de la chimenea.Toma su nombre de los tres pies de que dispone y se ha usado tradicionalmente en los hogares o cocinas para elevar las ollas, pucheros y similares recipientes sobre las brasas en un fuego abierto.[1] Las más primitivas disponían de un receptáculo para una vela o un ascua, para mantener caliente la comida una vez retirada del fuego.[2][3] También puede dársele ese nombre a la rejilla o similar objeto metálico que, en cocinas de combustión directa, se coloca entre el recipiente y la superficie sobre la que se ha depositado.En Occidente, su uso ha desaparecido de forma paulatina a lo largo del siglo XX.