Es importante destacar que el método Kumon no está orientado a ser un modelo educativo completo, sino solo un apoyo para el alumno, y no está diseñado para todas las asignaturas.
Está estructurado de forma tal que el alumno puede resolver los ejercicios por sí mismo.
Independientemente de la edad o del grado escolar en el que se encuentren los alumnos de este método, él comenzará sus estudios con temas simples para que, poco a poco, avance y tenga contacto con temas más complejos, siempre adecuados a su capacidad.
Así, en cada estudio realizado él podrá sentir la satisfacción y decirse a sí mismo “lo logré” experimentando la alegría de aprender y de expandir, cada vez más, su propia capacidad.
Debido a esto otros padres se interesaron en las ideas de Toru Kumon, y en 1956, abrió su primer centro en Osaka, Japón.