Estos riscos de granito se alzan en el extremo norte del Circo de la Pedriza Posterior y tienen unas formas peculiares gracias a la acción del viento y el agua.
Las Torres de La Pedriza constituyen el lugar donde La Pedriza se une al cordal montañoso de Cuerda Larga, que se sitúa al norte.
El acceso a sus cumbres se hace por sus espaldares de las caras norte, que son roquedales de corta longitud y sin dificultad.
Sus caras sur son más impresionantes y largas pero tampoco ofrecen gran dificultad.
Su interés deportivo está más en la marcha que en la escalda y forman parte la gran travesía de la Pedriza que se conoce como la Integral de la Pedriza.