Se trata de una construcción de los siglos XII-XIII, abandonada y ruinosa en el siglo XVI.
Presenta planta rectangular, veinte metros de altura y gruesos muros rematados por almenas.
Tras las transformaciones sufridas en el siglo XX, conserva algunos elementos góticos como ajimeces y saeteras, así como escudos de la familia de los Velasco.
[2] En virtud del decreto anterior, en 1985 pasó a estar considerado bien de interés cultural.
En 2013 quedó delimitado su entorno de protección.