Para subir a la torre, sale desde la planta alta del fondo de la iglesia, donde se halla el coro, una escalera estrecha de caracol, que tiene los peldaños muy desgastados.
En el campanario existió, antes de la guerra civil española, una hermosa campana, que por su sonido melodioso y profunda resonancia era llamada la Golondrina, aunque fue fundida durante la Guerra Civil.
Hay constancia de que ya en 1778 había un reloj público en el municipio.
En 1869 el Ayuntamiento de la localidad, siendo alcalde Juan Antonio Higuera Cantador, adquirió un reloj para ser colocado en la torre junto con una campana para dar los cuartos, cuyo coste no fue abonado hasta tres años después, en 1871.
Y en 1897 se reparó la caseta de la maquinaria del reloj y ya en el siglo XX se le dotó de dos esferas.