Diversas construcciones posteriores rodean la torre, elemento original, por lo que sólo queda libre su cara norte.
La torre, de planta cuadrada, gran altura y cornisa almenada, puede tener su origen en el siglo XIV, aunque no se ha llegado a datar de forma efectiva.
[3] Cuenta con cuatro ventanas trilobuladas, lo que le hace un ejemplo único en las torres asturianas.
La casona es de planta alargada y dos pisos con balcones enrasados.
En 2019 se realizó una recuperación parcial con destino a su uso como recurso turístico.