Está influenciada por un estilo moderno, diseñada con un exterior compuesto enteramente por vidrio reforzado y un interior formado por aluminio y hormigón armado.
Una de las características más llamativas de su diseño son las tres estructuras diagonales que se mezclan a lo largo de la altura del edificio, que a su vez están coronadas con plantas.
Fue construido en un inicio para albergar oficinas gubernamentales en el período del presidente José Napoleón Duarte, y se denominó como Torre Democracia; pero debido a numerosos ataques por parte de la guerrilla durante el periodo de la guerra e intentos de derribo que solo acabaron con la mayor parte de su superficie exterior rota, entró en desuso, fue vendido posteriormente al Banco Cuscatlán en 1998 y cambió su nombre a Torre Cuscatlán, cuando el banco fue vendido al norteamericano Citibank en julio del 2007, que cambió por tercera vez su nombre a Torre Citibank El Salvador y pasó a ser la sub-sede regional de Citibank en Centroamérica.
Como diseño arquitectónico, la torre ha sido criticada por varios arquitectos locales, debido al empleo de vidrio en su superficie exterior y su emplazamiento a 45 grados respecto al norte, ambos factores potencian la incidencia solar al interior del edificio provocando temperaturas relativamente altas, este fenómeno que es intensificado por el efecto invernadero del vidrio, se corrige mediante la inyección de aire acondicionado pero debido al esfuerzo al que el equipo está sometido, el consumo energético es alto en relación con el volumen que ocupa.
El 2016 pasó nuevamente a denominarse Torre Cuscatlán, al retornar el nombre de Banco Cuscatlán en manos del Grupo Terra de origen hondureño.