Está declarada Bien de Interés Cultural.
En el siglo XVI, Felipe II encargó la fortificación de las costas occidentales de Andalucía, desde el Estrecho de Gibraltar hasta Ayamonte,[3] completando el proyecto iniciado en la vertiente mediterránea de la península Ibérica y que comenzó durante el reinado de su padre, Carlos I.
Se trata de una torre troncocónica, cuyo aparejo es de mampuesto enfoscado.
Su única entrada se encuentra ubicada en la cara opuesta al mar.
[2] Se encuentra en un buen estado de conservación, debido a la lejanía con los núcleos de población.