A veces también se encuentra con longitudes métricas no estándar, como 5 milímetros (0,2 plg).
Se usan comúnmente para los siguientes propósitos, aunque hay muchas excepciones:[6] Casi siempre estos tornillos tienen una cabeza que permite manipularlos con un destornillador Phillips #2.
Se suelen usar para fijar las siguientes unidades al chasis (aunque hay excepciones): Normalmente estos tornillos tienen una cabeza que permite manipularlos con un destornillador Phillips #2.
Estos últimos son menos seguros, pero igualmente válidos en la mayoría de los casos.
Con menos frecuencia, el separador tiene una rosca hembra en ambos extremos y se usa un segundo tornillo para unirlo a la caja.
Estos tornillos suelen contar con una cabeza grande de plástico o moleteada (es decir, concebida para un apriete manual), la cual también suele permitir la manipulación usando destornilladores planos o Phillips.
El acero es, con diferencia, el material más comúnmente utilizado para fabricación de estos tornillos, con frecuencia con un acabado chapado o anodizado.
Otros materiales como latón, aluminio, nailon y diversos plásticos también se utilizan en aplicaciones con requisitos físicos o estéticos específicos.