El torneo de Nueva York de 1924 convocaba a los mejores jugadores de la época, con Capablanca al frente.
Allí fue un Lasker, ya mayor.
Se trataba de un torneo a doble vuelta.
Perdió una partida contra Richard Réti, lo que puso fin a su extraordinario récord de ocho años sin perder una partida.
El torneo lo ganó Lasker, que jugó como en sus mejores tiempos, y sacó punto y medio a Capablanca.