El campeón fue Universidad Católica, tras imponerse en el Clásico Universitario de la categoría,[1] y luego de la derrota de Colo-Colo,[2] días después, ante el mismo rival.
Estos equipos estaban conformados por jugadores profesionales y jóvenes valores del fútbol formativo.
[1][2] El único equipo que podía darle alcance era Colo-Colo,[2] que contaba con 33 puntos y tenía un encuentro pendiente ante Universidad de Chile,[2] el mismo rival que días antes los cruzados habían vencido.
[1] Si Colo-Colo lograba el triunfo, el campeonato se dirimiría en un encuentro de definición.
[3] Entre las figuras del campeón Universidad Católica, destacaron jugadores como Sergio Litvak, Fernando Jara y Horacio Cisternas.