Tomates verdes fritos

Fue candidata a dos Premios Óscar en la ceremonia de 1992: a Mejor actriz de reparto (para Jessica Tandy) y Mejor guion adaptado.

La película comienza con la vida de una mujer llamada Evelyn (Kathy Bates) y su encuentro con una anciana llamada Ninny (Jessica Tandy), que se encuentra viviendo en una residencia de personas mayores.

Evelyn es una mujer que tiene una gran sensación de inutilidad y que se pasa el día hartándose de dulces para llenar esa apatía.

A medida que avanza la película, ella se va contagiando de la personalidad luchadora y entusiasta que muestra el personaje de Ninny hasta convertirse en una mujer dispuesta a decir lo que piensa, y a hacerse valer y respetar.

Ninny relata a Evelyn, a lo largo de la película, una historia ambientada en los años 30 sobre dos mujeres, Idgie (Mary Stuart Masterson) y Ruth (Mary-Louise Parker), que atraviesan toda clase de obstáculos juntas, apoyándose mutuamente, para conseguir así mirar siempre hacia adelante.