Tom à la ferme
Se asombra al descubrir que nadie sabía quién era, ni de su relación con el fallecido.Tom entonces tiene que fingir como pacificador en una casa cuyo oscuro pasado anuncia aún más problemas para su viaje a la granja.Se desechó la idea en la posproducción y le pidió al ganador del premio de la Academia Gabriel Yared que hiciera la banda sonora.[4] Peter Bradshaw de The Guardian la describió como "una [película] intrigante enredada con pasión y miedo".[8] David Rooney de The Hollywood Reporter reseñó la película desfavorablemente y criticó a Dolan por estar auto obsesionado.