Tomás Crespo Agüero (Rucandio, La Montaña, 8 de diciembre de 1668 - Zaragoza, Aragón, 3 de marzo de 1742) fue un clérigo español del siglo XVIII, que llegó a ser obispo de la desaparecida diócesis de Ceuta (1721-1727) y más tarde arzobispo de la diócesis de Zaragoza (1727-1742).
Nació en La Montaña hacia 1668.
Se ordenó sacerdote y el 16 de julio de 1721 el papa Inocencio XIII le designó obispo de Ceuta, siendo consagrado como tal en octubre del mismo año.
A partir del 17 de marzo de 1727 ejerció el cargo de arzobispo de Zaragoza, donde dio especial impulso a la construcción de obras pías como varias iglesias en Teruel y la capilla de San Juan Bautista en El Pilar.
Su sepulcro fue trabajado por Tomás Mesa.