Tiroteo de Hot Springs

Hacia 1870, dos facciones se enfrentaban por el control del juego en la ciudad, que por aquel entonces tenía una población de 10 000 habitantes.

Estas dos familias, los Flynn y los Doran, se enfrentaron en numerosas ocasiones en el mismo centro de la ciudad.

El soborno sistemático de las fuerzas del orden le garantizaba libertad e independencia para con sus negocios.

En 1884, sin embargo, el antiguo mayor confederado Alexander S. Doran se instaló en la ciudad y abrió varios locales por su cuenta.

Doran tenía fama de ser un buen tirador, y los intentos que se hicieron por intimidarle resultaron infructuosos.

Desde ese momento se produjeron numerosos enfrentamientos entre las dos facciones, que terminaron con varios muertos y heridos en ambos bandos.

Flynn siguió con sus negocios, ejerciendo su influencia sobre la policía para cobrar deudas e impedir la llegada de posibles competidores.

Los dos hombres entraron en el saloon Klondike, donde discutieron sobre la reunión que había tenido lugar esa misma mañana.

Williams y Young salieron del saloon, dirigiéndose hacia la esquina de Spring Street, cuando vieron a Goslee abandonando la peluquería.

El sheriff Williams abrió su abrigo, mostrándole a Goslee que no estaba armado, y continuó gritándole.

En aquel momento Williams vio a su hijo, Johnny, que trabajaba temporalmente como policía, saliendo del saloon City Hall.

Se saludaron cordialmente, y Johnny Williams incluso bromeó diciendo que quería ser amigo de todo el mundo.

Louis Hinkle, detrás de la barra, se puso furioso: "¡No me harás quedar como un mentiroso!

Hinkle se tambaleó hacia atrás, malherido, y Coffe Williams volvió a dispararle en el pecho.

Goslee recibió entonces un tiro de Johnny Williams, que le disparó dos veces desde fuera del bar, alcanzándole en la rodilla y en la ingle.

El jefe Toler abrió fuego sobre Coffee Williams, quien salió corriendo a la calle y buscó cobertura tras un vagón de carga.

Spear fue herido de nuevo, esta vez en el hombro, momento que Toler aprovechó para correr hacia una posición más resguardada.

El agente Sam Tate, con la ayuda de su asistente Jack Archer, retiraron los cuerpos y los trasladaron al Gross' Funeral Home.

Se siguió una serie de procesos, en los que Spear y Coffee Williams fueron considerados no culpables por actuar en legítima defensa.

La mujer de Jim Hart se quedó ciega, y demandó a Bob Williams por 20.000 dólares, pero perdió.