Posteriormente, se asociaría con otro empresario del mercado de chicle llamado William Wrigley Jr.
Adams obtuvo la idea mientras estaba trabajando como secretario (1794-1876)[2] del entonces exlíder mexicano, Antonio López de Santa Anna.
Pero su inspiración real para crear los chicles llegó un día en el cual vio a una niña pedir en una farmacia cera parafinada (carente de sabor) para masticar.
Luego llegaron productos como Adams New York 2, los cuales eran chicles más grandes que se vendían en las calles y en el tranvía.
Adams al ser un inventor por vocación decidió construir una máquina para producir sus chicles de manera industrial y hacer crecer su negocio el cual se fundó oficialmente en 1876.