En este episodio, la familia viaja al pueblo donde Marge pasó varios veranos cuando niña, y Homer decide ayudar a revitalizar el lugar.
Marge se pone muy alegre al recordar ese lugar de verano que para ella era un paraíso.
Un pescador le dice a la familia que el lugar había recaído por la desaparición de los peces Yum-Yum.
Homer decidió terminar la noche de diversión con fuegos artificiales, pero una ceniza provoca que se incendie el muelle, los pobladores del pueblo se enfurecen y deciden que como castigo Homer deberá pescar con un grupo de pescadores.
Mientras Marge, Maggie y Lisa van a un museo de animales acuáticos, donde un hombre dice que se acerca una tormenta muy fuerte en el mar donde estaba pescando Homer, por lo que Marge se preocupa y decide buscarlo en el faro cuando empieza la tormenta.