The End (canción de The Doors)

Acostumbraban a tocarla en sus presentaciones en bares y clubes nocturnos, donde siempre cambiaba la última estrofa de la canción.

Esto fue demasiado para el dueño del bar, que despidió a la banda de su puesto como residentes locales, pero en ese mismo instante el dueño de Elektra Records, que se encontraba en el local, les ofreció un contrato.

The Doors en el estudio de Elektra Records, grabaron la canción pero Jim Morrison estaba desconcentrado.

Días después se volvieron a juntar y volvieron a cantar la canción pero esta vez con todas las luces del estudio apagadas y con una sola vela encendida.

Evidentemente con sus 11:43 minutos es una de las canciones más psicodélicas de la banda, siendo parecer un jam progresivo que se envuelve en una atmósfera trágica y épica a la vez.