Las religiosas decidieron construir una capilla dedicada a Santa Inés, pues poseían un solar en el barrio de Xanenetla.
Al mismo tiempo, se creó un cementerio, pues las víctimas de las epidemias aumentaban.
[3] El templo se convirtió en el eje del barrio de Xanenetla.
A los lados de la puerta se aprecian San Pablo y San Pedro, y en lo alto coronando la fachada está la representación de Santa Inés, la santa dominica a la cual está dedicado el templo.
Los altares están dedicados a San José, Jesús Nazareno, la Virgen Dolorosa, la Inmaculada Concepción, entre otras advocaciones.