Inicialmente, el lugar albergaba el Gran Hotel del Parque Giot, contiguo al teatro de verano del Parque Giot.
En 1997, un informe de los Técnicos del Centro Comunal Zona 12 reveló que la estructura del teatro presentaba riesgos de derrumbe, llevando a la aprobación de un decreto municipal para su demolición.
A pesar de su deterioro por falta de mantenimiento, humedad y otros factores, un grupo de vecinos se opuso firmemente, considerando el teatro como un símbolo cultural para el barrio.
Esta resistencia condujo a la formación de una comisión que logró cancelar la demolición tras una nueva inspección del Departamento de Cultura.
A lo largo de los años, se han ofrecido talleres culturales y actividades deportivas, convirtiendo el lugar en un espacio de unión vecinal.