Tras su pérdida el periódico El Espectador ejerció una fuerte campaña para que se construyera un nuevo teatro en la ciudad hasta que en enero de 1898 Bernardo Reyes concedió a los señores Chapa Gómez y Miguel Quiroga una exención de contribuciones durante 10 años por la construcción de un edificio para el teatro.
Se dice que esta primera obra no tuvo mucha afluencia debido a los rumores sobre una mala construcción del edificio.
Durante los diez años con siete meses que hubo actividad en el lugar, se presentaron grandes obras y artistas, entre ellas la actriz Virginia Fábregas , así como María Guerrero quien inició su temporada con El vergonzoso en palacio, de Tirso de Molina.
Durante ese periodo hubo representaciones casi todos los días especialmente de operetas, zarzuelas, drama y comedia.
Esta fue la única visita que el presidente hizo en la ciudad y gracias a la facilidad de remover la butacas, se hizo uso del Teatro Juárez como sede de un banquete en el que se reunieron ensayistas, literarios, oradores y una gran parte de la familia cultural regiomontana.