Todos, excepto Mijaíl, que ya se había marchado, decidieron quedarse en Leningrado.
Tanya, que entonces tenía solo once años, cavaba las trincheras y ponía fuera las bombas incendiarias.
[4] Tras unos días, en memoria de Nina, Mariya Ignátievna le dio a Tanya una pequeña libreta que había pertenecido a su hermana y que se convertiría después en el diario de Tatyana.
Lo quemó cuando ya no había nada más para alimentar la estufa en invierno, pero conservó la libreta de su hermana.
Caminaba siete kilómetros hasta la fábrica, en la que trabajó durante dos turnos cada día haciendo carcasas para minas.
Necesita descanso, cuidados especiales, nutrición, un mejor clima y, lo más importante de todo, cariño maternal».
En mayo de 1972, un monumento fue construido en su honor en Shatki, que más tarde fue ampliado a un complejo monumental.
Un planeta menor descubierto en 1971 por la Unión Soviética fue llamado Tanya Sávicheva por la astrónoma Liudmila Chernyj, quien lo describió como «un gesto en su honor».