Talleres Corcho fue una empresa industrial fundada en Santander (España), en los inicios de la segunda revolución industrial (1855).
Su nombre procede del apellido del padre de su fundador Domingo Corcho, el italiano Giussepe Corcio.
Impulsada a partir de las dos últimas décadas del siglo XIX gracias a la dirección técnica del ingeniero Leonardo Corcho Zárraga, se dedicó a la metalistería, fumistería, instalaciones balnearias, saneamiento, hidráulica e instalaciones eléctricas, industria naval, del ferrocarril, militar, agrícola, química y otra variada producción de ingeniería.
Su denominación fue cambiando a lo largo del tiempo: Talleres de Corcho e Hijos; Corcho Hijos, S.R.C.
Su razón social y marca, ya inexistentes ambos, tuvieron gran prestigio en la España de finales del XIX y todo el siglo XX, vinculadas a las instalaciones balnearias y cocinas de carbón y leña.