Tenía un olfato fino y era de tan gran estatura que se decía que era capaz de echar abajo un ciervo macho en pleno invierno, aunque no hay pruebas de esto.
Guillermo el conquistador lo llevó a Gran Bretaña en el siglo XI.
El término talbot se usa en heráldica para referirse a un buen perro de caza.
El perro se representa siempre con su lengua fuera.
Es el único distrito escolar allí que tiene el talbot como mascota.