La flota del TGV Atlantique (TGV-A) fue construida entre 1988 y 1992, consta de 105 composiciones bi-tensión que fueron construidas para la LAV Atlantique que entró en servicio en 1989.
Fueron construidos para alcanzar una velocidad máxima de 300 km/h y ofrecen una potencia de 8.800 kW bajo una tensión de 25 kV, sucede al TGV Sud-Est.
Entre las modificaciones había varias mejoras aerodinámicas, ejes de mayor diámetro, un sistema de frenado mejorado para habilitar los tests de velocidad sobre los 500 km/h.
Los tres remolques, incluido el coche bar en el centro es la composición mínima posible por la forma en la que están articulados.
Para alcanzar este récord también se aumentó la tensión en la catenaria, y también la tensión del hilo de la catenaria para que el convoy tuviese una mayor potencia.