Durante el proceso de inyección, el combustible evaporado provee un importante efecto enfriador en el interior del cilindro contribuyendo a una mejor carga en el cilindro, y como consecuencia la potencia de salida del motor se mejora.
A bajas revoluciones, el conducto largo es elegido elevando la máxima torsión por más de un 35%.
En operaciones a carga parcial, una fuerte corriente asegura un consumo más bajo de combustible y bajas emisiones de gases.
La única diferencia entre los motores FSI y los TFSI es que los FSI son atmosféricos y TFSI están sobrealimentados, por lo que las características de ambos motores son muy parecidas.
En los SEAT y en algunos Volkswagen la denominación de estos motores es TSI (Turbocharged Stratified Injection).