[2] La colada que dio origen a la cueva fue emitida por un hornito lateral del volcán Corona, y fluyó en dirección suroeste, probablemente a favor de algún lecho de barranco.
La colada se detuvo al contacto con el agua, con el súbito enfriamiento de las lavas.
Es posible observar en este tramo algunos organismos sésiles, así como algunas especies típicas de cuevas marinas (e.g.
Este tramo termina por el estrechamiento progresivo del techo de la cavidad.
En la siguiente tabla se resumen las especies citadas hasta ahora para la cueva.
En la sección de referencias se incluyen las citas más relevantes sobre la especie en la cueva, excepto por la descripción original.
El equipo de buceadores estaba compuesto por Thomas M. Iliffe, Terence Tyssal, Jill Heinerth y James Rossi, junto a los científicos no-buceadores Renee Bishop (Penn State University), Stefan Koenemann (University of Veterinary Medicine Hannover), Alejandro Martínez (University of La Laguna) y Horst y Ulrike Wilkens (University of Hamburg)[6][7][8][9] En 2011, un equipo de buceadores canarios organizados por la Universidad de Copenhague y apoyados por el Cabildo de Lanzarote, alcanzó una meta comparable y colectó muestras que fueron estudiadas por científicos de 8 universidades de todo el mundo.
El equipo de buceo estuvo compuesto por los buceadores Alejandro Martínez, Enrique Domínguez, Luis E. Cañadas, Sergio González y Ralf Schoenermark.