Su tasa de crecimiento es lenta, toma hasta 10 años en alcanzar madurez en condiciones naturales y un poco menos en cultivo.A éstas se les conoce como fruta milagrosa debido al contenido de miraculina en la pulpa, una glicoproteína que se enlaza a las papilas gustativas y enmascara completamente los sabores ácidos y amargos durante un tiempo prolongado, de entre 30 y 60 minutos.La "fruta milagrosa" o "fruta magica" ha cobrado una gran popularidad en ciudades como Nueva York, donde se organizan "viajes de sabor" (a 15 dólares el "trip"), reuniones donde aficionados prueban diversos platillos y productos después de ingerir la "fruta milagrosa", con el fin de llevar las papilas gustativas al límite.Algunos bares de Nueva York han estado ofreciendo cócteles con la fruta; sin embargo, su coste pone en duda su éxito, ya que cada baya cuesta 2 dólares.Synsepalum dulcificum fue descrita por John Lindley y publicado en Edwards's Botanical Register 29: Misc.