Sustitución (teatro)

Por ejemplo, si un actor retrata a un personaje que está siendo chantajeado, podría recordar algún hecho vergonzoso o privado sobre su propia vida y superponerlo mentalmente al secreto del personaje.En Respeto por la interpretación (1973), Uta Hagen compara la actuación con el hacer creer, diciendo: «Mi fuerza como actor descansaba en la fe inquebrantable que tenía en la fantasía.[1]​ Y más adelante en el libro, «uso la sustitución para 'hacer creer' en su sentido literal, para hacer(me) creer, [...] para enviarme a la acción espontánea momento a momento de mi nuevo yo seleccionado en el escenario».[3]​ Hagen también advierte contra confrontar cualquier experiencia traumática, creyendo que no es útil.Lo que resulta en histeria o algo peor y, en mi opinión, es antiarte.
Escena de Othello con Uta Hagen como Desdemona.