[1] Los primeros indicios de regulación bancaria en República Dominicana aparecen con el surgimiento del Banco Nacional de Santo Domingo[2] en el año 1869.
En 1909, el Estado Dominicano promulgó la primera Ley General de Bancos, estableciendo regulaciones específicas para Bancos Hipotecarios, Emisores y Refaccionarios.
El año 1947 marcó la transformación del sistema financiero dominicano con la creación de la Unidad Monetaria Dominicana, el Banco Central y la Superintendencia de Bancos.
El economista Virgilio Álvarez Sánchez fue el primero en asumir el cargo de Superintendente de Bancos[3], posición que ocupó durante dos años.
Las EIF se subdividen en distintos grupos: